Título
original Manbiki kazoku (Shoplifters) aka
Año 2018
Duración 121 min.
País Japón
Dirección Hirokazu Koreeda
Guion Hirokazu Koreeda
Música Haruomi Hosono
Fotografía Ryûto Kondô
Reparto Kirin Kiki,
Sôsuke Ikematsu, Lily
Franky, Moemi Katayama, Sakura Ando, Mayu Matsuoka
Género Drama | Pobreza. Familia
Clasificación: + 12 años:
Sinopsis Osamu y su hijo se encuentran con una niña en mitad
de un frío glacial. Al principio, y después de ser reacia a albergar a la niña,
la esposa de Osamu aceptará cuidarla cuando se entere de las dificultades que
afronta. Aunque la familia es pobre y apenas gana suficiente dinero para
sobrevivir a través de pequeños delitos, parecen vivir felices juntos, hasta
que un accidente imprevisto revela secretos ocultos, poniendo a prueba los
lazos que les unen. Película enviada por Japón a los Oscar para competir en la
categoría de 'Mejor película de habla no inglesa.
Premios 2018
Premios Oscar: Nominada a mejor película de habla no
inglesa
Festival de Cannes: Palma de Oro (mejor película)
Globos de Oro: Nominada a mejor película de habla no
inglesa
Premios BAFTA: Nominada a Mejor película en habla no
inglesa
Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor película
extranjera
National Board of Review (NBR): Mejores películas
extranjeras del año
Critics Choice Awards: Nominada a mejor película de
habla no inglesa
Premios Independent Spirit: Nominada a mejor película
extranjera
Asociación de Críticos de Chicago: Nominada a Mejor
película extranjera
British Independent Film Awards (BIFA): Nominada a Mejor film internacional
Premios César: Mejor película extranjera
Satellite Awards: Nominada a mejor película de habla
no inglesa
Crítica: El japonés Kore-eda tiene tantas virtudes como
cineasta que sus películas, todas, desconciertan por su amasado perfecto de
dureza y ternura, desde aquel «Nadie sabe», a «Still alking», «Milagro» o «De
tal padre, tal hijo». En ésta, el desorden y el dilema moral salta ya en las
primeras escenas, cuando un padre le enseña al hijo cómo trincar comida gratis
en el supermercado o que se debe «recoger» a una niñita que parece abandonada
en el balcón de una casa.
La familia es en el universo de este cineasta la estrella
polar, la luminaria que hay que seguir para encontrar el norte. Y es esta
familia y su asunto la que vuelve a poner en la cabeza del espectador esa idea
revolucionaria, dura y tierna de los lazos que unen a la infancia con su
entorno «familiar», si se anudan mejor por el adn o por el roce.
La película son las estampas de convivencia de ese grupo
familiar «marciano», en el que las triquiñuelas y el cariño son los motores de
la relación, y en los que la niña «adoptada», o también puede escribirse entre
comillas «raptada», le da cuerda a esa historia de sentimientos modélicos y de
actos difíciles de aceptar. Hay, desde luego, una observación extravagante de
la institución familiar, pero profundamente cercana y emocionante, y el modo en
el que Kore-eda impregna la pantalla de detalles, de naturalidad, de
sentimientos y de revelaciones componen un cuerpo muy duro, pero también
esponjoso y lleno de un sentido del humor delicado y pintoresco que hacen de la
transgresión algo nutritivo y humano, y en el que el bien y el no tan bien se
pisan alegremente. Es casi imposible escabullirse de todos sus encantos (y
desencantos), tal y como certificó el jurado del Festival de Cannes que le dio
la Palma de Oro.
Carlos Boyero en El País de Madrid
Trailer.
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