Martes a las 20.00 horas. Entrada: $ 150, socios gratis.
Título original La tregua
Año 1974
Duración 108 min.
País Argentina
Dirección Sergio Renán
Guion Sergio Renán, Aida Bortnik (Novela: Mario Benedetti)
Música Julián Plaza
Fotografía Juan Carlos Desanzo
Reparto Héctor Alterio, Ana María Picchio, Luis Brandoni, Marilina Ross, China Zorrilla, Cipe Lincovsky, Oscar Martínez, Luis Politti, Norma Aleandro, Antonio Gasalla
Género Drama | Drama romántico
Sinopsis Martín Santomé, un viudo con tres hijos, comienza a registrar en un diario íntimo la vida cotidiana y anódina de la oficina y las tensiones de su vida familiar. Un día, a punto de jubilarse, irrumpe en su vida la joven Laura Avellaneda, y Martín descubre que aún está vivo. Superados los temores que les infunde la gran diferencia de edad que hay entre ellos, se atreven a correr el riesgo de vivir una relación amorosa. (FILMAFFINITY)
Premios
1974: Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa
“La Tregua” es una película emblemática del cine rioplatense de los años 70, dirigida por Sergio Renán y con un notable elenco encabezado por Héctor Alterio, Ana María Picchio, China Zorrilla, Marilina Ross, Luis Brandoni y Cipe Lincovsky. Lleva a la pantalla la más famosa novela de Mario Benedetti, una historia de amor agridulce ambientada en el Montevideo de finales de los años 50 que plantea inquietudes que trascienden contextos históricos y que enfrenta al espectador a grandes temas como el amor, la soledad, el paso del tiempo, la rutina y la acción política. “La tregua” es una novela que se sigue leyendo y releyendo, con reediciones en decenas de países y diferentes idiomas, lo cual demuestra que es una obra que ha logrado acercarse a diferentes generaciones y así sobrevive al tiempo en la apreciación de los lectores.
«La tregua» es una novela escrita en 1959 y publicada en
1960. Ha sido traducida a 18 idiomas y es, por lejos, la obra de Mario
Benedetti más editada. Hasta la fecha, según datos de la Fundación Mario
Benedetti, lo ha sido en 153 ocasiones. La historia de Martin Santomé, un
hombre viudo desde hace muchos años, que ha dedicado su vida al trabajo
contable en una oficina y a sacar adelante a sus tres hijos -dos de los cuales
no conocieron o conocieron escasamente a su madre-, y que repentina e
insospechadamente, a poco de jubilarse, ya casi en sus cincuenta, conoce a
Laura Avellaneda y prueba el amor una vez más, a pesar de una gran diferencia
etaria. Cuando todo parece encaminarse felizmente, sorteando las dificultades
propias de temores y prejuicios, súbitamente Avellaneda también muere y la vida
de Santomé parece perder sentido definitivamente.
La tregua, el filme, se estrenó en agosto de 1974 y se
convirtió en la primera película argentina en ser candidata a un premio de la
Academia de Hollywood como mejor filme extranjero, o de habla no inglesa. La
versión libre de la novela de Mario Benedetti marcó el debut en cine del
director Sergio Renán, también fue el primer protagónico de Héctor Alterio y la
primera adaptación al cine de un guion de Aída Bortnik (La historia oficial,
1984; Tango feroz: la leyenda de Tanguito, 1993; Caballos salvajes, 1995;
Cenizas del paraíso, 1997; entre otras).
Aquí, esa adaptación funciona para sostener la sustancia del
relato original, pero además amplifica su dimensión a un tono de tragedia
urbana, citadina, que trasmite todo el gusto amargo de esa vida trunca, carente
de emociones vitales, que no logra despegar del tono resignado y opaco, y que
tiene a la jubilación como único sinónimo del ocio y última esperanza y
posibilidad concreta de encontrarse a sí mismo como ser en el mundo. En La
tregua, Renán se permite la pausa, el silencio, la mirada atenta… y con ello
nos permite la reflexión, la asunción de la derrota, el doler con…
También la intertextualidad con la que trabaja Renán -sin
dudas presente en el original literario, pero reforzada y casi explicitada en
su versión cinematográfica- sostiene con bases sólidas la idea de vidas
meramente transcurridas, de posibilidades de futuro autocercenadas por la
mecanicidad de sus acciones cotidianas, de seres sin horizontes, en los que la
felicidad solo asoma como remedo de la alegría.
Roberto Arlt y «La isla desierta» (1937) se imponen como índice de lectura.
La adaptación que Bortnik realizó junto a Renán traslada las
entradas de ese diario que lleva Martín Santomé, y que estructura toda la
novela de Benedetti, de modo preciso, respetuoso y solidario con el espíritu de
su original literario. Dicho con mayor precisión: traslada su espíritu, no
estrictamente su texto. También le presta oídos a la ciudad y sus sonidos y al
tono melancólico del tango que la habita; la bellísima y punzante banda sonora
original de Julián Plaza subraya el tedio de esa vida de rutinas -incluso en
domingo-, el dolor de ciertos desencuentros vitales, y el sabor amargo de lo
que ya no será. Los acordes que como golpes se reiteran al inicio y al final
del filme marcan el fin de esa tregua. Ese hombre triste, enfrentado al espejo
del mueble de su cuarto, al comienzo, y que enfrentará al espejo de la platea
sobre el final, no sabrá de paz. Tal vez debamos correr la mirada; la
identificación podría desalentarnos ciertamente. (…) Benedetti nunca entendió
muy bien el éxito de su novela; no consideraba que fuera lo mejor que había
escrito en ese género. Sin embargo, funcionaba. En una recordada entrevista
realizada por María Esther Gilio para Brecha, ella insiste con la búsqueda de
sus virtudes: «[…] algo tiene que tocar en la gente«, le cuestiona. A lo que
Mario se limita a responder: «Es una historia de amor. Creo que no es cursi«.
Mario relataba sorprendido, curioso: «No sabés cuántas veces
la han dado en radio, cine, teatro, televisión. A veces bien hecha, a veces
mal. En Colombia, por ejemplo, hicieron una versión desastrosa. Metieron
complicaciones con el narcotráfico. Yo solo les había exigido que la ubicaran
en Uruguay. Nunca imaginé que saldrían con algo así. La tregua me conquistó un
público de afuera. Cuando la hicieron en televisión con Héctor Alterio y Ana María
Picchio fue fantástico. A mí me gustó más esta versión que la hecha en cine«.
Y es que a Mario le molestó que la trasladaran de época, pero más aún le molestó que la trasladaran de espacio. Que la situaran en Buenos Aires lo llevó a enemistarse durante un cierto tiempo con Renán. Es por ello que Gracias por el fuego incluye varias escenas exteriores filmadas -como condición suya o como concesión ajena- en la ciudad que él tanto amaba: Montevideo. (En Gracias por el fuego la molestia vendría por las risotadas finales que los productores le impusieron a Renán para el personaje interpretado por Graciela Dufau; muy lejos del tono de ese epílogo en la novela).
La historia de «La tregua» tiene una base real «levemente»
modificada por el escritor nacido en Paso de los Toros. Parte de un romance
real que viviera uno de sus jefes de oficina con el que sostenía una relación
cálida y cordial. En determinado momento, casi inesperadamente, rondando más o
menos los cincuenta años, le confiesa a Mario que estaba enamorado.
««Pero el problema es que esta muchacha tiene la mitad de mis años. Tiene 26. ¿Qué voy a hacer?» «¿Por qué no se casa?»
Andrés Vartabedian (Revista Cultural Vadenuevo, 05/08/2020)
Mario Benedetti en el cine
La obra del escritor uruguayo (1920-2009) nacido en Paso de
los Toros, Tacuarembó, recorre diversos géneros literarios: poesía, narrativa,
ensayo, incluso teatro. Varias han sido sus obras adaptadas al lenguaje
cinematográfico, ya sea en forma de largometrajes como de cortometrajes. En un
primer momento, fue su obra en prosa la elegida por diversos realizadores para
ser trasladada a la pantalla grande. Sin embargo, lentamente, la poesía fue
ocupando también su lugar de importancia.
Esta relación con el séptimo arte, de acuerdo a la
investigación realizada por Andrés Vartabedian (Revista Cultural Vadenuevo)
abarcaría diez largometrajes, 17 cortos, tres series de televisión,
incluyéndolo asimismo como actor en un par de oportunidades.
Trailer:
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