Martes y viernes a las 20.00 horas. Entrada: $ 150, socios
gratis
Título original El
último traje
Año 2017
Duración 86 min.
País Argentina
Dirección Pablo
Solarz
Guion Pablo
Solarz
Música Federico
Jusid
Fotografía Juan
Carlos Gómez
Reparto Miguel
Ángel Solá, Ángela Molina, Martín Piroyansky, Natalia Verbeke, Julia Beerhold, Olga Boladz,
Jan Mayzel, Maarten Dannenberg
Productora Coproducción
Argentina-España; Zampa Audiovisual / Tornasol Films / Hernández y Fernández PC
/ Rescate Producciones AIE / Haddock Films / Patagonik Films Group
Género Drama |
Holocausto. Vejez
Clasificación:
+15
Sinopsis Narra el
viaje de Abraham (Miguel Ángel Solá), un sastre judío de 88 años que decide
embarcarse en la aventura de encontrar a un viejo amigo que le salvó hace más
de siete décadas de una muerte segura durante el holocausto, hacia el final de
la ocupación Nazi. (FILMAFFINITY)
Crítica:
“Te debo la
vida”. ¿Cuánto vale esa deuda? ¿Hasta dónde se puede llegar para igualar ese
saldo contable vital? Se atreve a lanzar su apuesta en su segundo largometraje
Pablo Solarz (Juntos para siempre), guionista bipolar que por un lado bordó las
Historias mínimas de Carlos Sorín y, por otro, escribió algunas de las comedias
más rentables y cómodas del cine argentino (Un novio para mi mujer, Me casé con
un boludo). Aunque Solarz tiene que alejarse del humor para encuadrar esta
historia de sustrato real, usa parte del humanismo de aquellos geniales
encuentros patagónicos para narrar la odisea mínima de un judío polaco
instalado desde 1945en Buenos Aires, empeñado en devolver un traje a la persona
que le salvó la vida en Varsovia tras el Holocausto. La misma humanidad
desborda los relatos de ambos filmes. Aseada y solventemente protagonizada por
un Miguel Ángel Solá caracterizado en exceso, el tono teatral de su trabajo
aporta una solemnidad que funciona en contraste con los diferentes perso najes
que encuentra en su periplo (taxis, aviones, trenes; Argentina, Madrid, París,
Polonia). La tontuna del músico en el avión, la naturalidad de Ángela Molina en
la noche madrileña (el Toni2, ese templo) y la mano izquierda de la alemana que
sabe yiddish (aquí, sinónimo de “latín”) le ayudan a saldar cuentas consigo
mismo. Con la deuda de su amigo sastre no hacían falta más idiomas, bastaba un
abrazo.
Carlos Marañon en
Cinemania.
Trailer:
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