Título original The Theory of Everything
Año 2014
Duración 123 min.
País Reino Unido
Director James Marsh
Guión Anthony McCarten (Libro: Jane Hawking)
Música Johann Johansson
Fotografía Benoît Delhomme
Reparto
Eddie Redmayne, Felicity Jones, Charlie Cox, David Thewlis, Emily Watson, Simon McBurney, Charlotte Hope, Adam Godley, Harry Lloyd, Maxine Peake, Joelle Koissi, Zac Rashid, Hugh O'Brien, George Hewer, Georg Nikoloff, John W.G. Harley
Productora Working Title Films
Género Drama | Biográfico. Años 60. Enfermedad. Discapacidad. Drama romántico
Web oficial
http://www.focusfeatures.com/the_theory_of_everything
Sinopsis
Narra la relación entre el célebre astrofísico Stephen Hawking y su primera mujer, Jane, en la época en que ambos lucharon contra la enfermedad degenerativa que postró al famoso científico en una silla de ruedas. (FILMAFFINITY)
Premios
2014: Premios Oscar: Mejor actor (Redmayne). 5 nominaciones
2014: 2 Globos de Oro: Mejor actor - Drama (Redmayne) y Mejor BSO
2014: Premios BAFTA: Mejor film británico, actor (Redmayne) y guión adaptado
2014: Satellite Awards: 5 nominaciones, incluyendo Mejor película
2014: Sindicato de Actores (SAG): Mejor actor (Eddie Redmayne)
2014: Critics Choice Awards: 5 nominaciones, incluyendo Mejor película
Una crítica
Es una película de género (una biopic, anglicismo que refiere a las películas biográficas) que cumple al pie de la letra todos los requisitos. Y ese es su mayor mérito. Había un material de base más que interesante. Es la historia de Stephen Hawking, uno de los más grandes científicos de nuestra era, quien sufre además una enfermedad motoneuronal relacionada con la esclerosis lateral amiotrófica que le dio, cuando era un veinteañero una esperanza de vida de un año; está a punto de cumplir 75. La película se basa en la historia que contó en un libro Jane Hawking, quien se casó con el científico en 1965 cuando la enfermedad ya empezaba a manifestarse (se divorciaron en 1991). Todo está contado desde su punto de vista, aunque está claro que se trata de la historia de superación personal de una mente brillante enfrentada con su propio cuerpo. Uno de los grandes méritos de la película está en la actuación de Eddie Redmayne (Los miserables, Mi semana con Marilyn) que hace todos los méritos de esos que consiguen un Oscar. A medida que su cuerpo va perdiendo movilidad, comienza un trabajo gestual inmenso, indispensable para el éxito de esta clase de películas. Felicity Jones, como la abnegada esposa, arma un trabajo mucho más sutil pero igual de llamativo.
Hay quienes han criticado que, por destacar la historia de vida y de amor, se olvidaron de ciertos aspectos más relevantes: los aportes científicos de Hawking. Es una acusación injusta porque aquí está todo el debate que él generó y la película intenta alivianar cualquier posibilidad de meterse en cuestiones científicas, una opción que se agradece.
Es, en definitiva, una historia sobre la superación personal de un personaje trascendente del último medio siglo. Uno de sus méritos es contar una historia llena de esperanzas, sobre la posibilidad de sortear cualquier obstáculo. Menos contundente parece el recurrente debate a lo largo de la película sobre la existencia de Dios a través de fórmulas científicas, pero el tema es como muy trascendente como para pretender que una película traiga una respuesta así de grande.
Es, eso sí, una película autoconciente de su importancia y del tema que trata. Por eso alguien puede acusarla de grandilocuencia. Sí, es cierto, pero la grandilocuencia es un daño colateral de esta clase de películas. Conviene, además, aceptar algunos lugares comunes que podrían haberse evitado, sí, pero que, después de todo, son parte de la seducción de la historia. (Germán Cisneros en El País)
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